martes, 24 de septiembre de 2013

Cautelar contra Ley de Banco de Datos Genéticos: una nueva infamia

Vean lo que es en realidad:
Ir contra una ley de 2009, votada por el 74% de los diputados, que mejora notablemente las posibilidades de identificar a los desaparecidos.
Con argumentos de "izquierda" se llevan a cabo políticas de derecha.
Lamento que la CONADU HISTÓRICA esté entre los firmantes del pedido de inconstitucionalidad y medida cautelar.
Se sentirán orgullosos con el apoyo del juez Marinelli, de la Carrió y del perro rabioso Lanata.
Pero no vamos a retroceder. Tenemos experiencia en luchas de largo plazo por nuestros 30.000.



La CONADU HISTÓRICA y el Banco de Datos Genéticos                   Agosto de 2013
Hugo Kofman
Docente Universitario, afiliado de ADUL
Ex Secretario General de la CONADU (1992-1994)

El último boletín de la CONADU HISTÓRICA contiene una nota titulada “No al traslado del Banco Nacional de Datos Genéticos”, la cual se transcribe textualmente más abajo. Luego de haber analizado detalladamente el tema, he decidido expresar mi discrepancia con la misma, y someter mi opinión a la consideración de otros compañeros, por entender que se trata de un tema sensible a quienes luchan por Memoria, Verdad y Justicia desde hace muchos años.
En la nota se habla de un “manotazo del gobierno nacional”, lo cual insinúa la idea de una medida intempestiva e incluso sorpresiva. Se informa de la adhesión a acciones realizadas por un sector de ddhh que hace hincapié en la confrontación con el gobierno nacional, y destacan haber obtenido la firma de referentes importantes de los ddhh, entre ellos Pérez Esquivel y Nora Cortiñas, que con seguridad adhirieron de buena fe. Los carteles de los manifestantes decían “No al desguace del Banco Nacional de Datos Genéticos”.
En esencia, nuestra entidad gremial se ha sumado a una movilización y a una presentación judicial en la que se solicita la inconstitucionalidad y se pide una medida cautelar contra artículos de la ley 26.548, entre ellos el que establece el traslado de esa entidad desde el Hospital Durand a una sede especialmente construida por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. También se denuncian artículos “que restringen la competencia del BNDG a los casos de lesa humanidad previos al 10 de diciembre de 1983, porque excluye las causas judiciales vinculadas con desaparición forzada de personas posteriores a esa fecha, como las de Julio López, Luciano Arruga, Marita Verón y Daniel Solano, por citar algunos ejemplos, y las de supresión de estado civil en casos no relacionados a la última dictadura”.
Se afirma en la nota que esto “responde al objetivo del gobierno nacional de convertir al BNDG en la plataforma de un “Instituto de Genómica Humana” en sociedad con laboratorios y capitales privados”. Y se la encabeza con una ilustración que contiene la expresión “Banco Genético....Otro Negocio K con los DD.HH.
Antes de entrar en el análisis de estos conceptos, se hace menester aclarar que la ley 26.548  no apareció ahora, sino que fue presentada y aprobada en la Cámara de Diputados con el título “Banco Nacional de Datos Genéticos” (BNDG) en noviembre de 2009. En el Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación figuran los números de la votación final: 136 votos por la afirmativa, 47 por la negativa, y 2 abstenciones. La ley fue reglamentada el 22 de enero de 2013, a través del Decreto N° 38, tal como le compete al Poder Ejecutivo Nacional. Reglamentación que nadie cuestionó.
Lo realizado durante el año 2013 por el gobierno nacional, en relación al Banco Nacional de Datos Genéticos, no es más que la ejecución del mandato de una ley que fue aprobada por el 74 % de los legisladores, o sea una amplia mayoría. Por tal motivo llama la atención que luego de casi cuatro años de aprobada se la intente suprimir y suspender de inmediato a través de una medida cautelar de algún juez federal que se preste para ello. Ya que no se está cuestionando el Decreto Reglamentario, sino la propia ley.
Por supuesto que es lícito cuestionar cualquier ley y proponer su modificación o derogación, para eso existen los mecanismos constitucionales. Pero eso requiere del debate legislativo, ya que en el parlamento están representados todos los ciudadanos, a través del voto popular. Pero en nuestro país parece haberse hecho costumbre judicializar la política, realizando las operaciones políticas en los despachos de un poder vitalicio, intocable, conservador, y supuestamente “apolítico”. Además frenar la aplicación de leyes democráticas con simples medidas cautelares, sin resolución sobre las cuestiones de fondo.
Cuando se busca la opción judicial para cuestionar una ley, no hay ninguna posibilidad de reformas, sino que lo único que se puede conseguir es volver a la situación anterior a la ley. Cuestión que además merece ser analizada en detalle.

El tratamiento legislativo
Antes de abordar el análisis antes planteado, es importante situarse en el momento en que se aprobó la ley 26.548, ya que cualquiera puede acceder por Internet a los diarios de sesiones de la Cámara de Diputados, e informarse sobre lo que se discutía en ese momento.
La ley fue aprobada en la 9° sesión ordinaria de esa cámara, realizada el 4 de noviembre de 2009. Las barras estaban colmadas de militantes de Derechos Humanos, Madres, HIJOS, Abuelas. Principalmente abuelas. Porque ese día se trataba también el proyecto “Obtención del Acido Desoxirribonucleico”, o sea del ADN. Concretamente se debatía si la Justicia podía autorizar que se obtenga material genético sin consentimiento, de posibles hijos de desaparecidos que fueron apropiados. En ese momento los hijos adoptivos de los Noble Herrera aun se negaban a aceptar someterse a examen, ya que aun no tenían la certeza (que luego obtendrían) de que los ADN de su familia no estaba en el banco de datos. Se sabe que el Banco no tiene registrado todos los casos.
Es interesante leer ese diario de sesiones, y conocer de primera mano los debates sobre ambas leyes. Ahí se puede constatar cómo los que “hacen negocios con los ddhh” sostuvieron con firmaza los derechos de las víctimas del Terrorismo de Estado, y de qué manera se opusieron los que hoy exhiben discursos “progresistas” y “democráticos” y los corren por izquierda. En ese momento sus argumentos para defender de hecho a los apropiadores no tenían nada de progresistas: Eugenio Burzaco (PRO), Claudia Fernanda Gil Lozano (Coalición Cívica), Norah Susana Castaldo, (UCR), Norma Elena Morandini (Frente Cívico). etc.
El debate sobre la Ley de Banco de Datos Genéticos fue más breve, y las distintas fuerzas políticas se alinearon en forma similar a la del ADN. Aunque hay que decir que entre las discrepancias expresadas, ninguna tenía nada que ver con los cuestionamientos que ahora se hacen.

Cuales son los cuestionamientos
            No es posible en un texto breve como éste realizar un análisis pormenorizado de la Ley y su Decreto Reglamentario, aunque se pueden puntualizar algunas cuestiones.
            Respecto a la afirmación de que el gobierno nacional persigue otros fines que los enunciados en la ley y el decreto, tal como la asociación con empresas privadas para un fantasmal “Instituto de Genómica Humana”, en los textos no figura nada que se le parezca, y los críticos no aportan pruebas ni argumento alguno al respecto. Solo acusaciones, que por lo tanto no pueden sustentar un debate serio. En realidad lo que se establece en la normativa es el trabajo coordinado con el Equipo Argentino de Antropología Forense e instituciones similares, para lo cual seguramente será de mucha utilidad un mejor ordenamiento de los datos.
            En cuanto a la Dependencia del Ministerio y su sustracción del ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, eso tampoco parece ser un argumento serio. De hecho, el Banco tendrá autonomía y autarquía, y sus funcionarios serán designados por concurso público, con pautas muy bien explicitadas. Y a decir verdad, no parece coherente que un organismo nacional deba depender del gobierno de una ciudad, por más que sea la CABA, ni tampoco tener una doble dependencia. Y desde el punto de vista de la seguridad de los datos, es difícil sostener que lo ideal es que siga compartiendo el espacio físico con un instituto de epidemiología, como funciona actualmente en el Hospital Durand.
Al respecto no hay que olvidarse de la filtración de datos genéticos que les llegó a los Noble Herrera, de una computadora sustraída del BNDG. Se sospecha que la responsable del hecho fue la ex directora del Banco, Ana María Di Lonardo, que luego de dejar ese cargo aceptó trabajar como Asesora de la familia Noble Herrera. Eso les permitió ofrecer sus muestras de sangre, con los resultados negativos de los cuales ya tenían certeza. 
            Finalmente, el punto que parece más impactante de la nota afirma que la Ley y/o el Decreto representa un retroceso en relación a la ley N° 23.511 de 1987, y que restringe el ámbito de aplicación  solo a los casos de desapariciones y supresiones de identidad en los años de la última dictadura. Sin embargo fue exactamente al revés, ya que la ley del gobierno radical de 1987 solo abarcaba a los casos de hijos de desaparecidos que fueron apropiados por los represores. Lleva 5 minutos buscarla en Internet y leer sus escuetos 10 artículos. En cambio la nueva ley  (26548/2009) amplió la función del BNDG a todos los desaparecidos de esa época. Además la ley 26548 abre las puertas a convenios con otras instituciones, entre las cuales caben perfectamente las que investigan los casos de desapariciones posteriores (Artículo 3, Inc. e). Leer sus 31 artículos puede insumir algunos minutos más, pero vale la pena comparar ambas normas.
            De todas maneras, si se quisieran hacer más explícitas esas posibilidades, lo que correspondería es sentarse y elaborar un proyecto, consensuarlo y llevarlo al tratamiento legislativo. No hay duda que si las intensiones consisten en mejorar lo existente, seguramente habrá buena predisposición: no derogar, sino perfeccionar. Porque si el juez al que recurrió esta “izquierda” de DDHH accede al pedido y suspende y/o anula los artículos principales de la ley 26548, volveremos a una ley que es mucho más restringida.

La cuestión laboral
            Quizás podría llamar la atención que el abrazo al Banco Nacional de Datos Genéticos del Hospital Durand, no haya contado con el apoyo de sus trabajadores. La razón es simple: todo el personal del BNDG es trasladado a su nueva sede, y reencuadrado laboralmente en el Estado Nacional, incluso con jerarquización y mejoras laborales. Cuestiones que no se condicen con la denuncia de “desguace” de los denunciantes. En síntesis, otro slogan vacío de contenido, al estilo que ya conocemos.

Donde nos paramos
                        La noche misma de la elección de las PASO, luego de conocerse los resultados, Hermes Binner hizo un guiño importante a la impunidad: “el Gobierno mira por el espejito retrovisor en lugar de mirar para adelante. Queremos mirar al espejo para el futuro”. Por supuesto que el lenguaje metafórico se presta para la ambigüedad, pero si a eso agregamos su defensa irrestricta de los liceos militares y la realización del desfile cívico militar del 25 de mayo de 2013 en la provincia de Santa Fe, seguramente esa interpretación no resulta antojadiza. Sumemos a esto las declaraciones similares de Sergio Massa, otro dirigente que ascendió a la categoría de “ganador” bajo el paraguas mediático de Lanata y el grupo Clarín. Ni hablar de las declaraciones previas de Elisa Carrió, De la Sota, Duhalde. Todo lo cual nos lleva a la conclusión que el avance en el  juzgamiento a los genocidas y en la recuperación de los hijos y nietos apropiados no son un hecho irreversible, sino un terreno de permanente diputa.
            De modo que habría que analizar cuales pueden ser las consecuencias de una política de Derechos Humanos de oposición sistemática a las acciones de gobierno. En particular pienso que  desacreditar y desgastar esa política, en base a falsedades, no nos puede conducir a una mejor situación. Mas allá de si nos identificamos o no con las políticas generales del actual gobierno.
            Esas organizaciones que encabezan la política de continuidad del BNDG en la órbita de la CABA macrista, se dedican a “correr por izquierda” con el discurso, y no se pronuncian en los temas centrales de disputa sobre Derechos Humanos. Entre ellos, el de la embestida de la UCR y sectores afines, que intentan destituir a la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó,  por cometer el pecado de cubrir los huecos en la Justicia Federal con fiscales subrogantes. Quienes están cerca de los juicios saben del rol clave que están cumpliendo en los juicios a los genocidas, de ahí los pronunciamientos de muchos organismos de ddhh en apoyo a Gils Carbó, y el silencio de esos sectores. Difícil que sea producto de la casualidad o de la desinformación.
                       
ANEXO
Del Boletín de CONADU HISTÓRICA
9. No al traslado del Banco Nacional de Datos Genéticos.
                                “PRESENTACIÓN JUDICIAL Y ABRAZO AL BANCO

Con el apoyo de la Mesa Ejecutiva Nacional de la CONADU HISTÓRICA y de la CTA, el pasado  viernes 2 de agosto, organizaciones sociales, sindicales  y personalidades de los derechos humanos presentaron una medida cautelar contra la transferencia del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) a la órbita del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Su traslado del Hospital Durand - donde funciona actualmente – a la nueva sede, responde al objetivo del gobierno nacional de convertir al BNDG en la plataforma de un “Instituto de Genómica Humana” en sociedad con laboratorios y capitales privados.

En el mismo escrito, además, solicitaron la declaración de inconstitucionalidad de los artículos de la ley 26.548 que restringen la competencia del BNDG a los casos de lesa humanidad previos al 10 de diciembre de 1983, porque excluye las causas judiciales vinculadas con desaparición forzada de personas posteriores a esa fecha, como las de Julio López, Luciano Arruga, Marita Verón y Daniel Solano, por citar algunos ejemplos, y las de supresión de estado civil en casos no relacionados a la última dictadura. Los juicios de filiación común o particular deberán recurrir - en caso de concretarse este atropello - a laboratorios privados. Esta regresión, que viola el derecho humano elemental a la identidad de las personas, fue el puntapié inicial del vaciamiento que ahora se pretende consumar.

Desde que fue creado en 1987, la responsabilidad sobre el BNDG estuvo compartida entre los gobiernos de la Ciudad de Buenos Aires y de Nación. Ante este manotazo del gobierno nacional, el gobierno porteño ha mantenido un silencio cómplice.

Este reclamo contó con el acompañamiento de luchadores de intachable trayectoria en la defensa de los  Derechos Humanos, como las Madres de Plaza de Mayo Nora Cortiñas, Mirta Baravalle, Elia Espen y  M.Esther Biscayard de Tello; las Abuelas “Chicha” Mariani y Elsa Pavón, y el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, entre muchos otros.”

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